

La prensa no nació con el afán de informar, sino con el de de remover conciencias. A día de hoy se la considera el cuarto poder , lo que la sitúa en el mismo nivel que los tres poderes oficiales (legislativo, ejecutivo y judicial) del Estado de Derecho. La consideración de cuarto poder, viene dada por el hecho de que, tanto editores como periodistas, tienen en sus manos un instrumento de gran poder: tras la apariencia de la acción de informar se esconde la intención de formar una opinión en el potencial lectorado. Si la prensa hubiese nacido realmente con el único objetivo de informar de la actualidad, no habría tal variedad de periódicos.
En general, somos conscientes de que en la prensa la neutralidad y la objetividad brillan por su ausencia: está politizada (EL PAÍS-PSOE; EL MUNDO-PP), tiende a silenciar cierta información o bien otorga mayor protagonismo e importancia a otra bajo un criterio deliberado en base a afinidades de tipo ideológico (para muestra un botón: últimas entradas “dosvisionesdeunamismarealidad”). En ocasiones puede llegar, incluso, a crear noticias falseadas, es decir, la base es real, pero el resto se lo inventan. La prensa, al igual que el resto de medios de comunicación, necesita financiación económica para poder subsistir. Tal financiación suele provenir de empresas o grupos empresariales afines a la línea ideológica que la dirección del medio vaya a imponer.
Los partidos políticos, conscientes del poder de la prensa se han “apoderado” de este medio para llevar a cabo sus objetivos. A través de la prensa las “verdades políticas” tienen la virtualidad de adaptar la realidad a los objetivos de poder. O lo que es lo mismo: las verdades políticas están sustituyendo, con éxito notable, mediante el control de la prensa, la realidad. En consecuencia, día tras día nos tenemos que enfrentar a la realidad (a la nuestra y a la suya (con la suya me refiero a la de los partidos políticos) sin saber muy bien qué nos pasa o en dónde nos encontramos.
Pero la política no es la única interesada en el poder de la prensa y es entonces cuando se dan circunstancias, cuando menos, curiosas…La ley del mercado también rige la vida de los medios de comunicación. Es por eso que, en ocasiones, puede existir un cierto paralelismo entre dos diarios implantados en la misma región territorial(La Voz de Galicia-El Mundo). Ello es debido a que responden a los mismos intereses, aunque la forma de plantear la información suele ser relativamente diferente, lo que da una falsa impresión de ser dos alternativas diferenciadas para seguir la actualidad.
«Los animales de afuera miraron del cerdo al hombre, y del hombre al cerdo, y nuevamente del cerdo al hombre; pero ya era imposible decir quién era quién». REBELIÓN EN LA GRANJA
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